Si tomamos, como definición, que ambiente, es lo que rodea y la comunicación, lo que permite poner en común, no podemos concebir a lo uno sin lo otro, el ambiente, en términos sociales, es comunicación, y si la educación es una actividad social, implica pensar en ambientes; esto es, tener una visión holística e integrada, no sólo en lo que se refiere a los individuos, sino en las múltiples relaciones que se generan en un ambiente de aprendizaje.
Para lograr ese entendimiento, entre el entorno y la situación de aprendizaje, hay que tomar como premisa principal el que el actor al que hay que dirigir todos los esfuerzos es el estudiante. Desde el punto de vista de los ambientes, es el aprendizaje en el que se centra la atención, siendo a través de la disposición del ambiente que se ejerce en gran parte la enseñanza. Pensar en ambientes es pensar en aprender con todo el cuerpo.
La disposición del ambiente debe tomar en cuenta: espacios para el movimiento; actividades de aprendizaje; creación de nuevos espacios a través de la distribución; introducción de materiales; destrezas y procesos mentales que se buscan desarrollar; el volumen de la información accesible; fuentes de información; propósitos especiales, y; la disposición de materiales.
Los materiales como ambientes de aprendizaje
Dentro del sistema de formación, los materiales educativos podrían ser una de las entradas, de las fuentes de información que buscan generar procesos de transformación en el estudiante. Sin embargo, en la educación a distancia, el rol que los materiales juegan y se multiplica.
El estudiante a distancia va a trabajar con sus materiales en su casa, en la oficina, en un café, en muy diversos espacios que probablemente poco tengan que ver con el ambiente "ideal" de aprendizaje. La distribución de espacios, las actividades de aprendizaje, la introducción a los materiales, destrezas y procesos mentales que se busca desarrollar, el volumen de la información accesible, las fuentes de información, los propósitos especiales, etc., deben ser autocontenidos por los materiales.
Sin importar el medio que soporte al material, ya sea audio, video, impresos o multimedia, la virtualidad cobra un papel muy importante y específico. Si bien no podemos distribuir, físicamente, un espacio, sí podemos trabajar con el valor de fondo de esto que es el orden y la generación de un espacio, en donde el estudiante se sienta invitado al estudio. Tal vez no se puedan manipular los espacios y el mobiliario de un salón, pero sí es posible distribuir y ordenar la información en un multimedia, de manera que el estudiante sepa donde encontrar las informaciones que busca, qué es lo que tiene que hacer, que se sienta agradado con lo que está trabajando, entre otras cosas.
Ante esto, la producción de los materiales cobra una dimensión distinta. El diseño gráfico, el diseño editorial, la edición, la fotografía, y en general las situaciones en las que se "pone en forma" o se le da forma a un contenido académico, para construir el material educativo, no son sólo "herramientas para el decorado", sino, las herramientas para la construcción de ambientes de aprendizaje.
Por otro lado, como mencione en el apartado de la comunicación humana, la tecnología no es neutra, y las mediaciones en un proceso de comunicación aportan significados. Así, las características mismas del medio elegido, el uso que se haga de los lenguajes (verbal, icónico, visual, audiofónico…), la calidad de la producción, entre otros, son elementos manipulables para la generación de ambientes virtuales de aprendizaje.
Aun cuando, además de los materiales, las asesorías, las reuniones presenciales, las comunicaciones electrónicas, son también entradas del sistema de formación a distancia, considero que lo ideal es que cada uno de estos elementos dependa lo menos posible de los otros, para hacer sentir al estudiante confianza en su proceso y seguridad. Los materiales no son lo único pero hay que elaborarlos como si lo fueran.
Esto, además, se vuelve muy importante cuando la demanda excede la capacidad de atención del personal, los recursos humanos suelen ser los más necesarios.
En resumen, los materiales de aprendizaje en la educación se convierten en el frente del educador, es a través de ellos como se muestra al estudiante, lo interpela, lo invita y le ofrece una experiencia educativa; esto, claro, dentro del marco más amplio del sistema de formación y dentro de una situación comunicativa.
El reto del educador, hoy y siempre, es el de convertirse en comunicador, es ser ventana del conocimiento y un generador de aprendizajes.